lunes, 1 de febrero de 2016

Papelón de Verano

En el último partido del Torneo de Verano 2016, Estudiantes y Gimnasia fueron protagonistas de un vergonzoso enfrentamiento entre los jugadores que impidió finalizar el partido que ganaba el pincha por 1 a 0.

El fútbol en el verano es una tradición de hace muchos años. Mientras los equipos desarrollan sus pretemporadas, los encuentros amistosos son un espectáculo que les permite a los hinchas ver a sus equipos en otras ciudades durante las vacaciones y a los equipos de ir tomando ritmo de cara a lo que viene. Sin embargo, en los últimos años el carácter de partido amistoso fue perdiendo el valor y hoy en día los cotejos veraniegos cuentan con un clima de final del mundo que de a poco va dejando cada vez mas capítulos negros para el fútbol argentino.

Ayer por la noche, pincharratas y triperos despedían el fútbol en Mar del Plata en la disputa de la Copa Ciudad de La Plata, pero lo que debió haber sido una fiesta completa, lo fue en las tribunas mas allá de algún acto polémico de la barra del lobo, terminó en un verdadero bochorno que deja mucha tela para cortar. En un encuentro muy peleado que no tuvo gran fútbol durante la primera parte, le había servido a los de Nélson Vivas para ponerse arriba en el marcador a los 17 minutos a través de Carlos Auzqui. Pero en el segundo tiempo las cosas se descontrolarían por completo. Primero a los 11 del complemento, Álvaro Pereira iba a encender la mecha tras una patada desmedida e innecesaria ante Facundo Oreja que lo sacaría del partido al defensor y el uruguayo recibiría una nueva expulsión en su carrera. Con el correr de los minutos y con el hombre de mas, el equipo de Pedro Troglio fue por el empate que estuvo cerca de conseguir mientras Estudiantes se defendía a la espera de un contrataque. Una vez cumplido los 90 reglamentarios, el árbitro del encuentro, Silvio Trucco, añadió 7 minutos de agregado debido a las interrupciones propias del partido y por las dos veces en el que el partido tuvo que ser interrumpido por la aparición de banderas con los colores de Estudiantes en la tribuna de Gimnasia siendo exhibidas por la barra brava del conjunto platense. En este tiempo por jugarse iba a detonarse lo que finalizó en un papelón que comenzó tras la expulsión de Enrique Bologna por, según el árbitro, haber tocado la pelota con la mano fuera del área ante el intento de Augusto Solari de hacerle un sombrero ante la salida del exarquero de Banfield. Posterior a este tiro libre que fue ejecutado por Leonardo Gil y fue detenido en la barrera, se iniciaría la contra por parte de Gimnasia que a toda velocidad se acercaba al área de Mariano Andújar hasta que el pibe Santiago Ascacibar derribó con una dura entrada de atrás a Antonio Medina siendo expulsado correctamente por Trucco. Pero las cosas no iban a quedar ahí. Los jugadores del lobo recriminaron la actitud del juvenil y los compañeros en su intento de defenderlo, produjeron una serie de empujones que llevó a interrumpir el partido momentaneamente. Pero cuando parecía que todo había culminado, una nueva trifulca se iniciaría entre Israel Damonte y Medina que haría imposible la continuación del partido. Trompadas y patadas entre el arquero Andújar y Nicolás Mazzola fueron la peor imagen que podían brindar en un clásico que pasará a la historia, no por haber sido un gran espectáculo, sino que por un episodio lamentable que no suma en la lucha por un fútbol sin violencia.